Esta es una novela muy bien escrita. Ese es su primer y más evidente valor, y no precisamente el más pequeño: gracias a ello, y a su excepcional inteligencia literaria, el autor ha podido contar en casi mil páginas una historia de elevadísima complejidad estructural y temática sin que el lector sufra por ello.
La noche de los tiempos es una novela sobre el ser humano, como lo son todas las grandes novelas. Sitúa a su protagonista en un momento histórico muy concreto (1936, en el mismísimo arranque salvaje de la Guerra civil española), nos lo perfila atrapado en las convenciones sociales, culturales e ideológicas de su tiempo, y nos lo va llevando por los caminos de la rebelión callada contra todo eso, tras liarlo con una joven estadounidense que lo saca de su letargo.
Hay violencia, ideología, amor, sexo, adulterio, sentimiento, contradicciones, cobardía, emoción, tristeza, memoria, melancolía, frustración, rencor, odio, felicidad..., por eso digo que es una novela sobre el ser humano. Muñoz Molina nos lo describe exhaustivamente, hasta que finalmente nos lo deja a solas, aislado del mundo, en silencio, a medio camino entre la vigilia y el sueño, mil páginas después, apenas con un amor recién recobrado, como si quisiese decirnos que eso es, precisa y simplemente, un hombre.
Es una novela excepcional que todo aficionado a la buena literatura debería leer.