Hace ya un mes (es tan corto el amor y es tan largo el olvido...) que fue San Valentín. Entonces, cerca de mil poemas de amor que estaban en un sitio volaron silenciosamente hacia otros. Una idea fue atrapar algunos de esos versos en su recitado: re-escribirlos ante una cámara con una voz y un cuerpo. Convencidos por Chesterton de que la idea que no trata de convertirse en palabra es una mala idea, y que la palabra que no trata de convertirse en acción es una mala palabra, conseguimos que dos almas caritativamente interesadas se prestasen a grabar un par de poemas de amor. Para que los próximos recitados sean escenográficamente deslumbrantes y declamatoriamente epatantes, era necesario grabar estos dos primeros. Mil gracias, entonces, a Paula y a Eva, por haber demostrado, una vez más después de veinte siglos, que no es que falte valor para emprender las cosas porque sean díficiles, sino que son difíciles porque nos falta valor para emprenderlas.
El primer poema, que Paula le recita a Alba, es de Yolanda Castaño y puedes leerlo aquí (El segundo, es original de la propia Eva, y lo editaremos cuando seamos capaces de girarlo para que quede en vertical).
El primer poema, que Paula le recita a Alba, es de Yolanda Castaño y puedes leerlo aquí (El segundo, es original de la propia Eva, y lo editaremos cuando seamos capaces de girarlo para que quede en vertical).
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